En los últimos años, el poder de los influencers en redes sociales ha crecido de forma exponencial. Millones de personas siguen sus recomendaciones, confían en sus opiniones y descargan lo que promocionan. Sin embargo, este poder también conlleva una gran responsabilidad. En México, ha surgido una preocupante tendencia: algunos creadores de contenido están promocionando apps de préstamos rápidos sin investigar su legalidad, sin saber que muchas de estas aplicaciones forman parte de redes de montadeudas.
Estas apps, como Credmex, Mexdin, Fortaprest, Maxipeso, Moneycat, entre otras, han sido denunciadas por usar métodos de acoso, difamación y hostigamiento para presionar a los deudores. El problema es que algunos influencers, ya sea por desconocimiento o por un acuerdo comercial, han compartido enlaces o códigos promocionales sin verificar si estas apps son confiables. ¿Creditocash es confiable? ¿Starlight crédito, es legal? Son preguntas que miles de usuarios se hacen después de vivir experiencias traumáticas.
Influencers como promotores sin filtro
Muchos influencers monetizan sus plataformas con colaboraciones pagadas. Algunas apps de préstamos ofrecen atractivos pagos por promocionar sus servicios. Sin embargo, no siempre hay una revisión legal de las apps que se anuncian. Esto genera un riesgo real para los seguidores, quienes confían en el juicio del influencer y terminan expuestos a estafas y acoso.
Las consecuencias para los seguidores
Cuando un influencer promueve una app como Molo préstamo o Avafin sin advertencias ni investigación, muchas personas descargan estas herramientas con la esperanza de solucionar problemas económicos urgentes. El resultado: acoso telefónico por deudas ajenas, amenazas, mensajes a contactos y difamación pública. Algunos incluso reportan mensajes como: “Están molestando a mis contactos”, “Mexdin está llamando a mis contactos” o “Credmex me quema con mis contactos“.
La responsabilidad legal y ética
Si bien no hay una ley específica que sancione a los influencers por promocionar apps ilegales, sí existe una responsabilidad ética. Promocionar sin investigar puede convertir al influencer en cómplice indirecto de una red de hostigamiento por deudas. Algunos ya están siendo cuestionados en redes sociales por compartir apps con cientos de denuncias en la CONDUSEF o la PROFECO.
Los montadeudas han encontrado nuevos caminos para llegar a las personas: las redes sociales. Y, sin saberlo, algunos influencers están siendo su canal de entrada. Es momento de que los creadores de contenido ejerzan su influencia con responsabilidad. Promocionar una app fraudulenta no solo afecta la credibilidad, también puede dañar la vida de miles de personas. ¡No seas parte del problema, sé parte de la solución!
