Imagina que te ves forzado a descargar una app de préstamo por una urgencia. En minutos recibes el dinero, pero también le das acceso a toda tu información, tus contactos y tu privacidad. Cuando no puedes pagar en los tiempos abusivos que te imponen, comienza el infierno: mensajes amenazantes, fotos manipuladas, llamadas constantes, y lo peor… difamación. De pronto, tus compañeros de trabajo, tu jefe, e incluso reclutadores reciben mensajes como: “Esta persona es un ladrón, no paga lo que debe”. Esa situación ya la están viviendo miles de mexicanos víctimas de apps como Credmex, Mexdin, Fortaprest, Maxipeso o Creditocash.
Este acoso no solo destruye la salud emocional, también impide acceder o mantenerse en un empleo digno. ¿Te imaginas llegar a una entrevista y que el reclutador ya tenga una “alerta falsa” sobre ti por parte de una app fraudulenta? ¿O que te despidan porque tu empleador recibe mensajes donde dicen que estás en una red de estafadores? Este es el nuevo rostro de la violencia digital y financiera. El daño no solo es económico: es social, laboral y profundamente injusto.

El acoso de los montadeudas traspasa el celular: llega hasta tu trabajo
Las aplicaciones de préstamos fraudulentos como Starlight Crédito, Molo Préstamo o Mexdin acceden a tus contactos sin tu permiso consciente, y los usan como arma. Los mensajes amenazantes no solo son para ti, sino también para tu jefe, compañeros o clientes. Esto genera vergüenza, desconfianza y despidos sin explicación. Muchos reportan frases como: “Están molestando a mis contactos y ahora no quieren trabajar conmigo”. La reputación laboral se contamina con información falsa.
Varios empleadores en México admiten que han descartado candidatos tras recibir alertas o mensajes de este tipo. Aunque no hay evidencia real, la simple sospecha los hace preferir “no meterse en problemas”. Esta discriminación no está regulada, y termina castigando doblemente a la víctima: no solo sufre acoso por parte de apps de fraude, también pierde oportunidades laborales por una deuda injusta y manipulada.
Estas apps buscan generar terror social para obligarte a pagar. Usan frases como “Le avisaremos a tus conocidos que eres un ladrón”, cuando en realidad son prácticas ilegales. Esto genera un estigma social que daña tu imagen profesional. Te aíslan, te desacreditan y te ponen contra la pared. Este tipo de hostigamiento emocional se disfraza de “cobranza”, pero en realidad es una forma de violencia psicológica y social.
Según testimonios de usuarios en foros como Movapp, muchas personas no solo pierden la calma, también entran en estados de ansiedad y depresión. Varios afirman: “Credmex amenaza a tus contactos y eso me arruinó mi vida profesional”. El miedo a ser expuesto lleva a personas a renunciar, evitar entrevistas, dejar de buscar empleo o aislarse. Es una cadena de violencia invisible, pero real.
¿Qué se puede hacer? Defensa digital y laboral contra los montadeudas
Primero, denunciar. Puedes acudir a la PROFECO, Condusef, IFT o Movapp, una plataforma donde se defiende al deudor. Ellos te orientan sobre cómo denunciar apps, bloquearlas, y proteger tus datos. También puedes buscar asesoría jurídica si estás siendo difamado en el entorno laboral. Además, presionar para que exista una Ley contra el acoso por deudas que proteja tu derecho al trabajo y tu integridad profesional.
Nadie debería perder su empleo o su reputación por culpa de una app fraudulenta. Es momento de levantar la voz, evidenciar estos casos y luchar por leyes que realmente protejan al ciudadano frente a este nuevo tipo de violencia. La defensa del deudor es también una defensa por el respeto, la dignidad y el derecho a una vida laboral justa.